Una extraña Guerra Fría

Lamentablemente los problemas de jurisdicción territorial y marítima no terminan en Chile. Si no es Bolivia alegándonos por un trozo de mar o Perú que alega sus derechos por el pisco, es Gran Bretaña el país que hoy nos reclama por un pedazo de Antártica.

Ésta es la realidad que hoy vive Chile.
Pese a que Gran Bretaña se muestra firme en su posición y ya ha expuesto un plan para adjudicarse parte del terreno, Chile ha respirado con tranquilidad la supuesta jurisdicción que tiene sobre una extensión evidente del territorio chileno.

Esto ha causado múltiples y variadas reacciones por parte del gobierno, una de éstas es la del ministro de Relaciones exteriores, Alejandro Foxley, quién ha sido muy enfático en decir- con respecto al reclamo que Chile pretende hacer ante la ONU- que se busca "dejar constancia que Chile tiene derechos en la Antártica, que no pueden ser vulnerados por el reclamo británico." O dichos como los de el ministro de Defensa, José Goñi, que también determinan cierta firmeza en la posición de Chile "Vamos a fortalecer nuestra presencia en la Antártica fortaleciendo los programas que tenemos y buscando, en colaboración con otros ministerios, una presencia más fuerte en otras áreas como ciencia y tecnología,".

Además de hacer notar al país la molestia que proporcionan los dicho de Inglaterra en conferencias y noticias en diversos medios, se han tomado cartas en el asunto a través de iniciativas. Se dice que Chile reabrirá una base naval abandonada sobre su territorio antártico, en una nueva señal para hacer notar su presencia en la zona.

Así respondió Chile hoy, luego de que el tema se transformara en un paseo de “dimes y diretes”. Lo único rescatable de ésta especie de guerra fría, es la notable presencia que han tenido personeros de gobierno y la gran ventaja que tiene Chile en el asunto, pues mientras el terreno esté bajo jurisdicción chilena, muy difícilmente Inglaterra saldrá triunfante en ésta lucha por obtener tierras.